La marca finlandesa de pinturas que planificaba entrar en el mercado estadounidense necesitaba un packaging para destacarse claramente entre sus competidores.
El packaging muestra en primer lugar las características más relevantes de Waldo Trommler: la simpatía, la calidad y la innovación.
Mediante el uso de colores llamativos se consigue darle el protagonismo a la marca finlandesa entre sus competidores americanos.